Con la economía actual, un gran número de empresas ya no pueden darse el lujo de usar incentivos económicos para motivar a sus empleados.
El contexto actual generado por la contingencia sanitaria ha generado inquietudes, preocupaciones e incertidumbres en un gran número de trabajadores de distintas compañías, y ello puede derivar en desmotivación al momento de encarar las labores cotidianas. En este sentido, la capacidad analítica y de liderazgo de un gerente, director o CEO para emprender acciones que reviertan esta situación se vuelve fundamental.
Pese a que las recompensas monetarias parecen ser la salida fácil para subir el ánimo de los trabajadores, hay ocasiones en las que el presupuesto es limitado o se afrontan crisis derivadas de factores externos. En consecuencia, cuando el factor económico no es viable es necesario pensar y aplicar otras alternativas de valor moral que generen compromiso, como las siguientes:
- Construya un lugar donde la gente quiera trabajar
En el estudio Tendencias del Entorno Laboral en México 2019, de la Asociación Mexicana de Recursos Humanos, se detalla que el 43% de los empleados se motivan a mejorar su rendimiento si el ambiente laboral es el óptimo. El propósito es crear una atmósfera cooperativa en la que el trabajador reciba el apoyo de los supervisores y en el que la conexión personal con la empresa vaya más allá de sus tareas cotidianas.
- La comunicación empática es clave
Por seguridad en algunas compañías se eligió la modalidad de home office indefinido. La realidad es que sin una comunicación clara, y frecuente, los objetivos no se cumplirían al 100%. Si a los empleados sólo se les informa sobre cargas de trabajo sentirán que no son más que máquinas a la espera de una orden. El secreto es organizar pequeñas sesiones donde se les pregunte sobre la situación en su hogar, qué necesidades tienen, de qué manera se les puede ayudar y cómo se sienten respecto a los cambios.
- La imagen todavía importa
A pesar de la emergencia las empresas que se mantienen fieles a sus principios y que muestran una actitud inquebrantable son las que más transmiten ánimo a sus colaboradores. Una de las bases que debe estar intacta es la imagen, y es probable que en compañías con operaciones presenciales se modifique la interacción con clientes, pero ello no debiera ser excusa para descuidar el aspecto de los trabajadores.
Está comprobado que un empleado bien vestido y con uniformes de calidad se siente con más seguridad para rendir al máximo. Es aquí cuando el papel de marcas de ropa de trabajo como Dickies es relevante, ya que al contar con prendas altamente funcionales y estéticas se envía un mensaje a los empleados de que se les aprecia y que se merecen lo mejor, porque su aporte es de gran valor para la compañía.
- Instruya el verdadero espíritu de equipo de trabajo
Algunos jefes creen que con el brindis de fin de año es suficiente para “fortalecer” los vínculos laborales. Si bien los convivios son para relajarse, no son los espacios correctos para fomentar un auténtico espíritu de trabajo. La manera profesional es implementar proyectos colectivos en los que el colaborador se sienta desafiado, comparta sus habilidades con otros, y ayude a aumentar el nivel tanto de sus colegas como de la compañía.
- Reconozca los logros y hable sobre las oportunidades de crecimiento
Ya sea con un simple correo que agradezca y reconozca al personal que hace la diferencia dentro de la empresa, o con una reunión exclusiva para aplaudir sus logros, lo cierto es que al visibilizar las victorias se eleva la confianza del trabajador. Con las metas cumplidas, el colaborador necesitará conocer qué oportunidades hay para avanzar más allá de su función actual y la posibilidad de un futuro ascenso llega a ser más inspirador que el dinero.
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